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ZEAMI (1363-1443)



Sobre el Arte del Teatro Noh - Los Principales Tratados de Zeami

de la versión en inglés de J. Thomas Rimer y Yamazaki Masakazu


Aprender el Camino (Shūdōsho)


Varios Asuntos de Importancia Relativos a la Conducta del Waki


El waki es el primer intérprete que aparece en cualquier presentación. Por lo tanto, comenzando con las palabras de felicitación que abren la representación en la primera ofrenda del día, debe dejar claro el sentido general de la obra en su discurso y atraer al público a la atmósfera del drama. Todo esto debe lograrse a través de su propia habilidad e invención. En particular, los versos de felicitación interpretados al principio de la primera obra son escuchados con gran atención por el público. Por lo tanto, el waki debe aprender a interpretar correctamente esta sección.


Sin embargo, después de esta parte de la actuación, debe hacer que su principio sea formar parte del conjunto y así ajustarse a los ritmos establecidos por el jefe de la compañía con el fin de lograr una actuación verdaderamente unificada.


Hay una cuestión importante a la que el actor que interpreta los papeles de waki debe prestar especial atención. Se le llama waki precisamente porque se espera que actúe en consonancia con la dirección proporcionada por el jefe de la compañía. Así, incluso en el caso de que se produzca una insuficiencia en la dirección artística y el jefe de la compañía se vea obligado a llevar a cabo sus funciones a pesar de tales deficiencias, el waki debe seguirle con mayor obediencia. Si el waki, en caso de ser un actor más consumado que el shite, trata de compensar estas deficiencias en la dirección actuando de manera diferente, el efecto teatral total no se unificará y la representación no podrá seguir su curso regular. Un waki cumple su función en la medida en que sigue lo que es bueno y lo que es malo por igual. Este principio representa el primer paso para crear una unidad en la representación, sin la cual ninguna obra puede tener éxito.  La tarea de un waki es comprender a fondo este principio y ayudar a la compañía precisamente en este sentido.


Además, los demás actores que desempeñan papeles auxiliares en la compañía deben ensayar para ajustarse también a los distintos cambios de ritmo de la representación establecidos por el jefe de la compañía, de modo que todos puedan ser uno para crear el efecto artístico adecuado. Tal es la función asignada a los actores que interpretan estos papeles.


En general no deben participar más de cuatro o cinco actores en una representación de Noh. Antiguamente, aunque hubiera un gran número de actores disponibles, si una obra concreta requería sólo dos personajes, no aparecían más de dos actores. Con el pretexto de que se dispone de muchos actores, la práctica de alinear grandes grupos de ellos en el escenario vestidos con atuendos ordinarios de la calle -eboshi y suo- para que actúen como una especie de coro representa una práctica totalmente ajena al arte del Noh. Estos métodos son totalmente indecorosos. Sólo en los últimos años se ven cada vez más estas tendencias. No es aceptable.

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