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ZEAMI (1363-1443)



Sobre el Arte del Teatro Noh - Los Principales Tratados de Zeami

de la versión en inglés de J. Thomas Rimer y Yamazaki Masakazu


Kakyō花鏡
Un Espejo Sostenido ante la Flor


12. Entrar en el reino de la Gracia


La cualidad estética de la Gracia se considera el más alto ideal de perfección en muchas artes. Especialmente en el Noh, la Gracia puede considerarse el principio más elevado. Sin embargo, aunque la cualidad de la Gracia se manifiesta en la interpretación y el público la valora mucho, son muy pocos los actores que poseen de hecho esa cualidad. Esto se debe a que nunca han probado la verdadera Gracia. Por eso son pocos los actores que han entrado en este mundo.


¿Qué tipo de reino representa lo que se denomina Gracia? Por ejemplo, si tomamos la apariencia general del mundo y observamos las diversas clases de personas que viven en él, podría decirse que la Gracia está mejor representada en el carácter de la nobleza, cuyo comportamiento es de tan alta calidad y que recibe el afecto y el respeto que no se da a otros en la sociedad. Si es así, su aspecto digno y suave representa la esencia de la Gracia. Por lo tanto, la apariencia escénica de la Gracia se indica mejor por su porte refinado y elegante. Si un actor examina atentamente la bella forma de hablar de la nobleza y estudia las palabras y los medios de expresión habituales que utilizan esas personas elevadas, hasta observar su elección de buen gusto en el lenguaje al decir las cosas más pequeñas, se puede considerar que representan la Gracia del habla. En el caso del canto, cuando la melodía fluye suave y naturalmente en el oído y suena adecuadamente suave y tranquila, puede decirse que esta cualidad representa la Gracia de la música. En el caso de la danza, si el actor estudia hasta adquirir verdadera soltura, de modo que su aparición en escena sea simpática y su porte poco ostentoso y conmovedor para quienes lo observan, seguramente manifestará la Gracia de la danza. Cuando actúe un papel, si hace que su aspecto sea bello en los tres papeles, habrá conseguido la Gracia en su actuación. De nuevo, cuando represente un papel de apariencia temible, un papel de demonio por ejemplo, aunque el actor utilice una manera tosca hasta cierto punto, no debe olvidar conservar una apariencia elegante, y debe recordar los principios de "lo que se siente en el corazón es diez" y "movimientos violentos del cuerpo, movimientos suaves de los pies", para que su apariencia escénica siga siendo elegante. Así podrá manifestar la gracia de un papel de demonio.


Un actor debe llegar a captar esos diversos tipos de Gracia y absorberlos dentro de sí mismo; pues no importa el tipo de papel que asuma, nunca debe separarse de la virtud de la Gracia. No importa cuál sea el papel -si el personaje es de alto o bajo rango, un hombre, una mujer, un sacerdote o un laico, un agricultor o un campesino, incluso un mendigo o un marginado-, debe parecer que cada uno lleva un ramo de flores en la mano. En este aspecto muestran el mismo atractivo, a pesar de las diferencias que puedan mostrar en sus posiciones sociales. Esta Flor representa la belleza de su postura en el Noh; y la capacidad de revelar este tipo de postura en la presentación representa, por supuesto, su espíritu. Para estudiar la Gracia de las palabras, el actor debe estudiar el arte de componer poesía; y para estudiar la Gracia de la apariencia física, debe estudiar las cualidades estéticas de los trajes elegantes, de modo que, en todos los aspectos de su arte, no importa cómo cambie el papel que el actor esté interpretando, siempre mantendrá un aspecto en su actuación que muestre la Gracia. Así es conocer la semilla de la Gracia.


Sin embargo, puede ocurrir que un actor dé tanta importancia a la personificación de los detalles de su papel, considerando este aspecto de su actuación como lo más elevado de su arte, que descuide el mantenimiento de la postura que ha asumido correctamente. De esta manera, no logrará entrar en el mundo de la Gracia. Y si no entra en el mundo de la Gracia, no podrá acercarse al nivel de la Más Elevada Realización. Y a menos que alcance este nivel más alto de realización, nunca será reconocido como un gran actor. En efecto, son pocos los maestros que han alcanzado esas alturas. Por lo tanto, un actor debe ensayar con la mayor diligencia en este punto crítico de la representación de la Gracia.


Esta Máxima Realización de un actor representa precisamente la aparición de esta postura profundamente bella. Nunca repetiré lo suficiente que un actor debe ensayar teniendo siempre presente la necesidad de una adecuada preparación de su cuerpo. Por lo tanto, es de crucial importancia que, comenzando por las Dos Artes Básicas hasta los detalles de cualquier papel que se pueda representar, la postura del actor sea atractiva para representar esta Más Elevada Realización en cada circunstancia. Si la postura del actor es poco atractiva, su arte parecerá invariablemente vulgar. En cualquier caso, cualesquiera que sean los gestos que se vean o la música que se escuche, por grande que sea la variedad, el hecho de que la postura del actor sea bellamente asumida representa la verdadera consecución de la Gracia. Se puede decir que un actor ha entrado en el mundo de la Gracia cuando ha estudiado por sí mismo estos principios y se ha hecho dueño de ellos. Si un actor no se esfuerza por cumplirlos y piensa que, sin dominar todos los aspectos de su arte, aún puede intentar alcanzar esta Gracia, de hecho, nunca la conocerá durante toda su vida.

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