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Derechos Reservados  © Mauricio Martinez R..

ULTIMAS TENDENCIAS EN KABUKI, NOH Y BUNRAKU

por Kazumi Narabe ©

(publicado originalmente en 2003 por la Fundación Japón)


4. Teatro de Títeres Bunraku


Bunraku es una forma de teatro de títeres que surgió en Osaka durante el período Edo. Los títeres son manipulados al acompañamiento de la recitación del jôruri (estilo narrativo) por maestros narradores conocidos como gidayû y al acompañamiento del futozao shamisén de tono grave. Al comienzo cada títere era manipulado por un solo titiritero, pero la práctica del sannin-zukai en la cuál el cuerpo de un solo títere es manipulado por tres titiriteros apareció durante el siglo XVIII. El omo-zukai (titiritero en jefe) quien manipula la cabeza y el brazo derecho y es por supuesto el líder, mientras que el hidari-zukai (titiritero "izquierdo") manipula el brazo izquierda y el ashi-zukai (titiritero de "pie") manipula los pies. Trabajando en perfecto unísono los tres titiriteros son capaces de imprimirle al títere expresiones de gran delicadeza y riqueza. Uno de los atractivos del Bunraku es que es un teatro humano revelado a través de los armoniosos esfuerzos combinados de estos titiriteros, el shamisén-kata (intérprete de shamisén) y el narrador tayû, quien recita las partes de todos los diferentes personajes.


Aunque el Bunraku ha sido muy popular, las funciones comenzaron a tener muy poca asistencia desde cerca de 1955. Por tal motivo en 1963 el gobierno nacional, la prefectura de Osaka y la NHK (radiotelevisión del Japón) dieron apoyo y se estableció la Asociación Bunraku. Sus intérpretes se convirtieron en artistas afiliados a la Asociación y hacen presentaciones en la sala pequeña del Teatro Nacional del Japón en Tokyo y en el Teatro Nacional de Bunraku en Osaka.


En 2001 se transmitieron documentales de televisión sobre dos Personajes Tesoro Nacional, el titiritero Yoshida Tamao y el narrador Takemoto Sumitayu. Este programa, que mostró a los artistas durante su continuo estudio y entrenamiento, produjo un repentino renacimiento de la popularidad del Bunraku y en los dos años siguientes se hizo imposible conseguir entradas para las funciones en Tokyo. La esencia de esta popularidad es el perfeccionado arte escénico presentado por los cinco Personajes Tesoro Nacional y por otros artistas de Bunraku.


El Bunraku no posee el mismo sistema ie (familia) del Kabuki para transmitir el arte de generación en generación, así que cualquier persona con la necesaria habilidad puede encontrar un futuro en el Bunraku. De hecho 44% de los 88 narradores, intérpretes de shamisén y titiriteros son personas que han pasado por el programa de entrenamiento de artistas tradicionales iniciado en el Teatro Nacional en 1972 con el fin de crear sucesores en este arte. Muchas de estas personas llegaron al programa sin ningún conocimiento previo. Los participantes reciben dos años de enseñanza básica, luego de lo cual toman parte en presentaciones bajo la instrucción de un maestro. Este es un curso de entrenamiento serio que se dice que al final produce resultados de primera línea para titiriteros encargados de los pies luego de diez años, y titiriteros de la mano izquierda luego de veinte años, mientras que se dice que los narradores no obtienen ese nivel hasta cuando tienen alrededor de 50 años. Este programa de entrenamiento ha estado creando sucesores en el arte, y uno de sus graduados, Nozawa Kinya (intérprete de shamisén) recibió el nombre Nozawa Kinshi V a la edad de 41 en 1998.


Hay señales optimistas para la próxima generación. Por ejemplo el titiritero Yoshida Minotaro heredó el nombre de Kiritake Kanjuro, y un grupo de intérpretes jóvenes de nivel intermedio pusieron en escena un evento en el Teatro Nacional que incluía canciones gospel y otros géneros similares en medio de las escenas del Bunraku. También han habido presentaciones de su-jôruri (narración jôruri sola) con acompañamiento de shamisén y sin títeres. En noviembre de 2003 el Bunraku también fue designado como "Pieza Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad" por UNESCO. Aun así la pérdida de tres narradores de alrededor de 50 años de edad en los últimos años ha dejado un vacío y los Personajes Tesoro Nacional que están trabajando para mantener la popularidad del Bunraku están envejeciendo, Yoshida Tamao tiene 84 años y Takemoto Sumitayu 79. Por tanto el paso a la siguiente generación continúa siendo un asunto delicado.

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