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© Mauricio Martinez R..
PROYECTO GAGAKU
Universidad de Stanford

“Las Artes Escénicas Folclóricas: Cultura Tradicional en el Japón Contemporáneo”

Por Barbara E. Thornbury

Traducido y publicado bajo el permiso de la autora y de ZUNY Press


Generalidades


4. Los títeres en las cuerdas, los actores en las carrozas

4.c. Títeres


Es también posible hablar de los títeres como intérpretes, sin duda en el sentido en el que ellos son extensiones de sus manipuladores humanos. El papel de los títeres en las artes escénicas folclóricas de Japón es extremadamente complejo, aún cuando los ejemplos están limitados a los títeres cuya función principal es la de interpretar obras más que servir como parte de rituales folclóricos.

Bunraku, como se le conoce al teatro profesional de títeres del Japón, es tan solo uno de un número de géneros teatrales de títeres que se han desarrollado. En contraste con los títeres manipulados por tres hombres en el bunraku, están por ejemplo los títeres mecánicos (karakuri ningyô) operados desde la trasescena por cuerdas y cables. En 1662 Takeda Ômi abrió un teatro en Osaka para presentar obras con los títeres mecánicos que él elaboró. El teatro de Takeda prosperó por cerca de un siglo. La tradición de los títeres mecánicos continúa hoy día en las carrozas festivas equipadas con títeres, especialmente en el área alrededor de Nagoya.

Otro centro de títeres folclóricos es la isla de Sado en la prefectura de Niigata. El teatro de títeres
bun’ya de la isla recibió el nombre de Okamoto Bun’ya quien desarrolló el estilo de narración bun’ya bushi. Popular en Osaka en la década de 1670, este fue suplantado por el estilo de narración gidayû bushi (cuyo nombre proviene de Takemoto Gidayû) durante la era Genroku (1688-1704). Antes que morir, bun’ya bushi se estableció en la isla de Sado donde hacia el siglo XIX era interpretado como un acompañamiento a las obras con títeres. Se dice que la clase alta de Sado tenía la recitación noh y que la gente común tenía el teatro de títeres bun’ya, el cual todavía sobrevive en el poblado de Niibo en Sado. Los titeres bun’ya -junto con los títeres sekkyô (otro tipo de estilo narrativo) y los noroma, que también están asociados con Sado -son manipulados por una persona.

Los títeres de farol (
tôrô ningyô) de Yamefukushima en la prefectura de Fukuoka, mencionados en la sección sobre escenarios, son colocados sobre estructuras tipo puente y recorren la longitud de un escenario decorado en forma elaborada y rodeado de faroles luminosos. Halando las cuerdas los manipuladores, quienes están ubicados fuera de vista debajo de los títeres, pueden mover los brazos y cabezas de los títeres. Otros manipuladores, ocultos en los extremos, usan largas varas para mover los títeres de un lado al otro.

Los títeres del Japón son incluso movidos sobre ruedas. La población de Hachiôji en la prefectura de Tokyo es el hogar de títeres de ruedas -o títeres de carro (
kuruma ningyô) los cuales fueron desarrollados en la segunda mitad del siglo XIX. Los títeres están ubicados sobre una base móvil que es operada por una persona. En resumen, las artes escénicas folclóricas van más allá de bunraku en la variedad de títeres que se emplea.