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Derechos Reservados
© Mauricio Martinez R..
PROYECTO GAGAKU
Universidad de Stanford

Eisā

Ninbuchā


Trovadores religiosos ambulantes, quienes tipificaron la edad media (s. XIII-XVI), los ninbuchā vivieron en la aldea de Annya (ahora parte de Kubagawa en Shuri) en las afueras de la ciudad castillo de Shuri. Su trabajo incluía cantar himnos budistas, percutir campanas y leer sutras en funerales y servicios religiosos para los difuntos. Los ninbuchā también sustituían a los monjes budistas en lugares donde no estos no se encontraban. También deambulaban de aldea en aldea entonando canciones nenbutsu, que posteriormente formaron las bases de las canciones del Festival Bon.


Comenzando con la invocación “Namu Amida Butsu”, las canciones nenbutsu son interpretadas para consolar las almas de los ancestros y para promover el cumplimiento de las obligaciones filiales. La canción nenbutsu más popular es Mamauya Nenbutsu. Otras incluyen Chôja un Nagari, Nzo Nenbutsu, Uya un Guun, Tenjin Sakai, A un Kani, Haru Saku Hana, Hana Gundan y Yamabushi, y todas revelan la fuerte influencia de la prosa y la poesía japonesas. Sobra decir que no todas las canciones nenbutsu interpretadas por los ninbuchā pertenecen a la secta Jôdo establecida por Taichû en Okinawa.


En 1663 el Gobierno Real en Ryûkyû prohibió a los monjes que predicaran sermones con el fin de detener la propagación del Budismo entre las masas. Durante este período, los ninbuchā tomaron el puesto de los monjes budistas. Ejercieron su negocio donde quiera que hubiese funerales y servicios religiosos, y jugaron un papel significativo en propagar las enseñanzas y eventos budistas a través de las canciones nenbutsu. Luego de que Okinawa se convirtiera en una prefectura japonesa, los ninbuchā empezaron a disminuir y los trovadores religiosos ambulantes desaparecieron de la vista hacia comienzos de la era Showa (finales de la década de 1920 y comienzos de los años 30).


 

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