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© Mauricio Martinez R..
PROYECTO GAGAKU
Universidad de Stanford

Eisā

Festival Bon en Okinawa


El Festival Bon, una práctica budista en honor a los espíritus de los ancestros, se celebra durante tres días, desde el 13 hasta el 15 día del séptimo mes del calendario lunar. En algunas aldeas puede durar hasta el 16. En Okinawa y las islas cercanas, al festival generalmente se le llama con su nombre vernacular, shichigwachi (julio, en japonés), sutugatsu (ditto) en la isla Miyako, y sôron (Festival de los Espíritus) en las islas Yaeyama.


En Okinawa, debido a que todos los rituales relacionados con espíritus ancestrales o el mundo de la muerte se llevan a cabo en el séptimo mes lunar, está prohibido durante ese mes llevar a cabo matrimonios, inauguraciones de casas y otras celebraciones.


Una semana antes del Festival Bon, en el séptimo día del séptimo mes lunar, llamado Tanabata, miembros de la familia van hasta el lugar de las tumbas, el cual se limpia y decora con flores, té, sake y barras de incienso. El propósito de Tanabata es hacer que los espíritus ancestrales conozcan que el Festival Bon se aproxima y que la familia está esperando para darles la bienvenida a este mundo.


Durante el Festival Bon se ofrendan a los espíritus ancestrales incienso y alimentos tres veces por día. La tradición casi que obliga que todos los miembros de una familia, sin importar lo separados que están, se reúnan en esta ocasión y que traigan regalos y quemen incienso en honor de los espíritus ancestrales.


El día 13, conocido como unkê, las familias le dan la bienvenida a las almas de los ancestros en su retorno anual al mundo de los vivos. En preparación para su llegada, se limpia el altar familiar, se purifican las tabletas conmemorativas y se coloca en su lugar el incensario. El altar familiar es engalanado con cañas de azúcar, bananas, nueces, naranjas, frutas del árbol de adan y sandías, y además se cuelgan faroles. Una vasija que contiene una mezcla de pedacitos de caña de azúcar o de taro, arroz o soya y agua (llamada minnuku) también se prepara para los espíritus hambrientos y los espíritus malignos que acompañan a los espíritus ancestrales hasta este mundo. En la noche una antorcha de pino, una vela o incienso encendido son colocados en la puerta para iluminar el hogar familiar.


El día 14, o naka nu hi (día intermedio), se ofrecen tres comidas durante el día al igual que golosinas.


Tarde en la noche del 15, llamado ûkui, se envían a los espíritus ancestrales al mundo de la muerte. En este día se ofrece a los espíritus una cena lujosa que incluye pasteles de arroz, puerco, tofu, pasteles hervidos de pescado, alga marina y pescado. Luego que de la familia ha quemado incienso en el altar, se queman tiras de papel color café (que significa el dinero utilizado en el mundo de la muerte), las que son colocadas en un receptáculo con los pedazos sobrantes de incienso y unos pocos pedazos de la comida que se ha ofrecido en el altar, y son llevados afuera. Una vez más se quema incienso con el fin de enviar a los espíritus ancestrales al otro mundo hasta cuando vuelva el Festival Bon del siguiente año.


Desde la noche del 15 hasta el próximo día, se interpreta eisā en la isla de Okinawa y las demás islas.


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