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Derechos Reservados  © Mauricio Martinez R..

MÚSICA FOLCLÓRICA: DE LOCAL, A NACIONAL, A GLOBAL
Por David W. Hughes
Publicado originalmente en inglés por ASHGATE


4. Los elementos musicales de min'yô


Las presentaciones tradicionales de min'yô (si las finanzas, la experiencia y el contexto lo permiten), al igual que presentaciones modernas actuales, hacen uso de un pequeño rango de instrumentos. Para las presentaciones sobre un escenario todos los acompañantes son casi siempre especialistas.


• El laúd shamisén toma numerosas formas en min'yô. Una versión robusta, de cuerpo pesado y 'cuello grueso' (futozao) es ampliamente encontrado en min'yô en la actualidad, pero quizas este es más apto para los enérgicos estilos del norte de Japón. Este es con frecuencia llamado tsugaru-jamisen (-jamisen = forma combinada de shamisén) siendo preferidos para acompañar las enérgicas canciones de la antigua región de Tsugaru en la Prefectura de Aomori en el norte; un género para shamisén solo con este nombre se deribó de tal acompañamiento, del cuál habalaremos más adelante. Las diferencias con el instrumento de cuello grueso del teatro de títeres Bunraku incluye por ejemplo, un puente más liviano y bajo y un plectro más delgado y punteagudo (para facilitar la punteada rápida y muy ornamentada del estilo del norte) y una cuerda aguda más delgada (permitiendo un sonido delicado que contrasta con una imponenet cuerda bajo). La variedad de 'cuello delgado' (hozosao) de las geishas o del kabuki nagauta también se emplea mucho en , especialmente para canciones más asociadas con las geishas. El chûzao de tamaño intermedio, proporciona un componente util. La afinación es igual a la de los otros géneros.


• La flauta shakuhachi, poco usada en contextos aldeanos, es ahora común y sin duda es el único acompañamiento para la mayoría de canciones en ritmo libre. Esta va a la sombra de la línea vocal y proporciona interludios. Los intérpretes profesionales de hoy pueden llevar con ellos diez o más flautas afinadas a un semitono entre ellas, con el fin de acoplarse al registro del cantante (la transposición es difícil).


• La flauta traversa fue (más comunmente llamada shinobue o takebue, 'flauta de bambú') es generalmente preferida sobre la flauta shakuhachi para la música para danza, especialmente para canciones del festival Bon.


• Son comunes varios tipos de tambores de baquetas en forma de barril -taiko. El shimedaiko, de caras atadas, es similar al de los teatros Noh y Kabuki, pero con baquetas más delgadas. El hiradaiko, un tambor con tachuelas sobre la superficie se asemeja a una versión menos elaborada del tsuri-daiko de la música cortesana Gagaku, que se toca en posición horizontal en presentaciones sobre escenarios. También se encuentran tambores más grandes con las mismas características, particularmente en el acompañamiento de las danzas Bon. También es común un pequeño gong de mano, el kane o surigane.


• Otros instrumentos aparecen ocasionalmente, con frecuencia conectados a canciones, estilos o regiones específicas: el instrumento con arco kokyû, el tambor de mano kotsuzumi, los badajos binzasara y otros.


El apoyo vocal adicional es dado por el kakegoe, gritos rítmicos mas no melódicos, cruciales para la energía de una canción, o por estribillos melódicos, hayashi(-kotoba).


En lo musical existen varias características de min'yô que merecen ser mencionadas:


• Compás: predomina 2/4 pero una especie de 6/8 aparece especialmente en danzas en la forma de largo-corto-largo-corto. El compás ternario está prácticamente ausente. Sien embargo el ritmo libre es muy común en canciones que no acompañan una actividad rítmica; en la actualidad dichas canciones son con frecuencia llamadas takemono, 'piezas de bambú', debido a que la flauta shakuhachi es la acompañante usual. Ciertas melodías provenientes de Tsugaru tienen ritmos de shamisén con relaciones de duración más complejas, lo que irrita a especialistas que quieren transcribirlas en partitura occidental (por ejemplo Tsugaru aiya bushi).


• Tradicionalmente min'yô era cantada por un solista, en unísono, o por un líder y un grupo que le respondía. La elección usualmente dependía del contexto; por ejemplo las canciones rítmicas de trabajo generalmente tenían un solo cantante líder (quien podía estar exento del trabajo e incluso recibía una paga), con una parte de responsorio por parte de los trabajadores, quienes podrían estar muy faltos de aliento para contar en forma constante. Sin embargo en el contexto musical moderno hay siempre un cantante solista con al menos dos o tres cantantes respaldando.


• La heterofonía es la regla, con todas las partes melódicas siguiendo de cerca la parte vocal; la parte del laúd shamisén podía variar en algún grado, principalmente debido a que tiene que enfrentar el hecho de que las notas pulsadas desaparecen rápidamente. Hay tres excepciones principales. Primero, la parte del shamisén puede contener pasajes de acordes tipo pedal. Segundo, también puede haber una melodía contrastante del shamisén; la canción Yasugi bushi usualmente contiene esto. Tercero, la flauta fue puede repetir una frase de principio a fin, no relacionada con la parte vocal; esto es muy común en las piezas que acompañan las danzas Bon. La famosa Sado okesa combina tres líneas melódicas diferentes al mismo tiempo: la vocal; un motivo repetitivo del shamisén; y una línea bastante larga por parte de la flauta que podría o no estar en el mismo modo y escala que las otras pero de todas formas es melódicamente independiente.


• La cualidad de la voz varía de acuerdo a la función, contexto, sentimiento y consumo de alcohol. Las canciones íntimas y nostálgicas de los recintos de las geishas contrastan con las bulliciosas canciones que acompañan danzas en el mismo contexto; las canciones grupales de trabajo o que acompañan danzas requerían de una voz poderosa. Llegar a los límites de lo áspero era tradicionalmente bienvenido; los fans todavía con frecuencia admiran una voz que es tsuchikusai, que 'apesta la tierra'.


• A los fans de min'yô les gusta mucho la ornamentación intrincada (kobushi, 'melodías pequeñas') - criticando las canciones folclóricas occidentales porque supuestamente carecen de ello. A kobushi se le da rienda suelta en las canciones de ritmo libre y en canciones del norte.


• El texto se pone en forma muy libre. En medio de la gran diversidad, la estructura más común es de cuatro líneas de 7, 7, 7 y 5 sílabas. Los versos de canciones no narrativas tienden a no seguir en orden fijo y pueden así con frecuencia moverse libremente entre canciones. El idioma japonés no es ni tonal ni acentuádo, lo que quiere decir que los textos se pueden acomodar en una nueva melodía con pocos problemas en afinación o ritmo.


• Dominan los modos o escalas pentatónicos. No existen términos en lo tradicional, pero lo que los especialistas llaman la 'escala de las canciones folclóricas' (min'yô onkai), a veces llamado modo , es común en min'yô y es muy raro en otros géneros. Este tiene básicamente los mismos intervalos de los de las teclas negras del piano. Varios grados de la escala pueden asumir un papel preponderante como notas cadenciales - no existe un 'tónica' única ni tampoco un solo modo. Los mismos intervalos caracterizan al modo ritsu, también común en min'yô, los cuales son más claramente definidos como notas nucleares. La 'escala de la melodía urbana' (miyako-bushi onkai), a veces conocida como modo in, es menos común; sus semitonos a veces producen un sentimiento más triste, oscuro o 'menor'.


Sin embargo, la entonación flexible de sonidos auxiliares hace que la clasificación sea complicada. Lo que todos estos modos tienen en común es una estructura de cuartas ligadas con un infijo variable; dos sonidos a una cuarta de distancia forman una estructura relativamente fija y en otro se presenta un sonido auxiliar de afinación variable dentro de esa cuarta. (Como en la escala menor occidental, este auxiliar puede tomar dos formas claramente distintas en dirección ascendente y descendente). Uniendo dos de dichas formas disyuntas se forma una escala de octava. Como en otros géneros, los músicos folclóricos tienden a hacer intervalos precisos entre los sonidos que enmarcan la estructura, pero la variación de los sonidos auxiliares quiere decir que una sola canción interpretada por dos cantantes en una aldea, o incluso diferentes pasajes en una sola interpretación de un cantante, pareciera girar entre ritsu y miyako-bushi o min'yô o sin duda podría caer en algún lugar en medio de estos. Los profesionales de hoy, nacidos en un época de influencia musical occidental, tienden a seguir estrechamente los intervalos occidentales, excepto que los tonos que tienden a descender en el modo miyako-bushi como es usual son con frecuencia bemolizados hasta cierta medida.

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