En Progreso

INICIO    MÚSICA    DANZA    TEATRO    OKINAWA    AINU    PATRIMONIO    PERSONALIDADES    

Derechos Reservados  © Mauricio Martinez R..

MÚSICA FOLCLÓRICA: DE LOCAL, A NACIONAL, A GLOBAL
Por David W. Hughes
Publicado originalmente en inglés por ASHGATE


3. La canción folclórica se moderniza: cambios sociales y contextuales


La situación descrita anteriormente fue desapareciendo gradualmente desde la década de 1890 hasta la década de 1950, dando paso primero al 'mundo de la canción folclórica' de artistas y aficionados y finalmente a la industria nacional hecha y derecha. La reapertura del Japón por mucho tiempo aislado hacia el mundo externo a mediados del siglo XIX condujo a un período frenético de modernización y occidentalización. Hacia mediados del siglo XX un país que hasta poco tiempo antes había sido 90% rural se había convertido en 80% urbano, y los japoneses por primera vez pudieron facílmente verse a sí mismos como ciudadanos de una nación estado unida por los medios de comunicación, un sistema educativo común y diferentes símbolos nacionales. Al mismo tiempo muchos japoneses se aferraban o redescubrían los beneficios de pertenecer a una comunidad de pequeña escala. Hoy sin embargo, incluso la comunidad local debería ser 'imaginada' (al estilo de Benedict Anderson) y construída de tal forma que la gente pueda ser 'reinsertada', reubicada en un 'lugar' confortable y acogedor. Los japoneses llaman ahora a este proceso furusato-zukuri, 'construir un lugar de origen' (ver Robertson 1991). La música folclórica tiene un papel que jugar en estos procesos, tanto con canciones folclóricas tradicionales como con canciones folclóricas 'nuevas' y artes escénicas que se movilicen en la construcción de la comunidad e identidad a niveles locales y nacionales.


A diferencia del jazz, pop y la música clásica de estilo occidental en Japón, las decisiones en el mundo de la canción folclórica le debe poco a las fuerzas transnacionales - al impacto de los nuevos 'paisajes' según Appadurai: paisaje mediatico, paisaje tecnológico, paisaje étnico, paisaje financiero y paisaje ideológico (1996). Consideraremos los procesos de globalización en la sección final, pero los desarrollos discutidos en seguida son, a pesar de la considerable influencia externa, básicamente de origen doméstico.


Aquí aparecen enunciados algunos de los desarrollos más significativos que han impactado a la canción folclórica japonesa en el último siglo. Muchos de estos se relacionan directamente con la separación de  de sus contextos originales.


1. Nuevas zonas de vivienda desarraigadas con frecuencia recurrían a canciones de su furusato para consuelo, dando así mayor importancia a una función tradicional de min'yô.

2. La urbanización también condujo a que min'yô fuera más frecuentemente escuchada en las ciudades que en el campo. Como gente de diferentes regiones se juntaba en la ciudad, las distinciones regionales se debilitaron creando una considerable base de clientes comunes de origen rural para min'yô.

3. Desconectados geográficamente de sus raíces, las canciones rurales encontraron nuevos contextos de presentación en las ciudades: en teatros, bares especializados en canciones folclóricas, etc. Liberada de usos tradicionales específicos, min'yô comenzó a ser vista más como un tipo de música clásica cuya función primaria era el entretenimiento.

4. Esto condujo al nacimiento de una nueva profesión: profesor de canciones folclóricas. Un cantante de renombre podría convertirse en autodesignado jefe (iemoto, sôke) de una nueva 'escuela' (ryû) de min'yô, modelada sobre la estructura de transmisión de géneros más respetados.

5. Esto a su vez condujo a la estandarización y hasta cierto punto de la notación (al menos para el acompañamiento instrumental): después de todo si no existía una forma 'correcta' de interpretación, cómo podría un profesor enseñar?

6. Se reconoció una nueva profesión, libre de la vida itinerante: min'yô kashu, 'cantante folclórico'.

7. Destacados artistas se reunían en las ciudades, el lugar de las industrias de grabación y emisión que cada vez más les proporcionaban la forma de trabajar. (Las grabaciones comerciales datan de comienzos del siglo XX, y la radio, de 1926).

8. La especialización de tiempo completo habilitada por la mercantilización de min'yô, condujo al aumento del virtuosismo y la complejidad del acompañamiento. Pronto surgieron 'escuelas' para shakuhachi, shamisén, percusión e incluso para coristas folclóricos.

9. Para ganar respeto los artistas se esforzaron por lograr la dignificación para así superar la imagen tradicional del músico profesional como un derrochador dôrakumono. Las letras de las canciones subidas de tono y presentarse en estado de embriagués, que eran comunes en el pasado, ahora estaban mal vistas. Se alentó el presentarse llevando un traje tradicional formal.

10. Los concursos de min'yô se volvieron comunes y los jueces esperaban ver una considerable estandarización en la interpretación. De esa forma los concursantes se vieron más en necesidad de un maestro.  

11. Varios de los factores mencionados se combinaron para reducir elementos del color local tales como pronunciación en dialecto e instrumentación específica. Un profesional podía ya tener un repertorio de cientos de canciones de todo Japón más que una pocas docenas de canciones locales.


Todos los anteriores desarrollos estaban ligados con la urbanización, aunque también tenían cierta influencia en las comunidades rurales. Mientras tanto en el campo, la mecanización hizo que la mayoría de las canciones de trabajo sobraran: ya no había ninguna necesidad de coordinar movimientos en grupo, y de todas formas no era posible escucharse bajo el ruido de la maquinaria. De tal forma que este tipo de canciones solo podrían sobrevivir, en todo caso, en nuevos contextos, como lo veremos en la sección 5.

Géneros