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Derechos Reservados  © Mauricio Martinez R..

TEATRO NOH: PRINCIPIOS Y PERSPECTIVAS

por Kunio KOMPARU ©


Traducido y publicado bajo autorización de

Floating World Editions



Parte Uno: Principios y Perspectivas


5. La Teoría de los Cinco Elementos: Su Significado en el Ciclo de la Cinco Obras


5.2. Las Cinco Categorías de las Obras de Noh


5.2.5. Obras de Demonios (Quinta Categoría)



Estas hacen parte de la sección Kyû. Son conocidas como Kiri (corte, final), Tome (parar), y también Kichiku (bestia-demonio). Se caracterizan por tener una gran parte de espectáculo y algunos tienen un gran reparto.


En Noh el demonio es tratado como un símbolo del mal o la personificación del horror más que como una criatura imaginaria en particular. Zeami identifica dos tipos de demonios: el Saidôfûki (demonio voluble), un ser con cuerpo de demonio pero con corazón humano cuyos sufrimientos simbolizan la maldad humana; y el Rikidôfûki (demonio poderoso), un verdadero demonio en mente, cuerpo y espíritu, el horror encarnado, un ser del mundo subterráneo.


El primer tipo también puede ser entendido en el mundo moderno: es una criatura sofisticada que representa el mal oculto en lo profundo de la naturaleza humana. Este es el tipo de demonio que el Noh explora más profundamente. El último tipo, un demonio con cuerpo y mente, una criatura imaginaria, un monstruo del infierno, fue tomado aparentemente por el Noh por su valor dramático para satisfacer una necesidad psicológica de algo estremecedor (ver Fig 10).


Además de los demonios encontrados en las obras de la quinta categoría, aparecen también duendes, espíritus, fantasmas, almas vengativas, y animales, al igual que una criatura única llamada tengu.


Tengu es un duende alado elusivo, mágico y que mora en las montañas, con una cara roja y nariz larga. Este secuestra gente o los golpea, agita torbellinos, produce ecos en las montañas -sin duda cualquier cosa que la gente encuentre aterradora es atribuida a un tengu. Su poder mágico simboliza un poder humano sobrenatural opuesto al poder sobrenatural de los demonios. Los tengu a veces parecen ser la apariencia de los monjes montañeros, cargando un abanico característico de plumas y ejecutando actos de magia, tanto buenos como malignos. Los tengu son identificados por la longitud de sus narices: el que tiene la nariz mas grande es el jefe tengu, y los que tiene las narices mas pequeñas son los karasu subalternos, o cuervos tengu. Las obras Noh que tienen tengu como personaje principal son agrupadas y conocidas colectivamente como piezas tengu.


Entre los animales que aparecen en obras de la quinta categoría hay una fabulosa mujer-zorra (en Sesshôseki o Roca de la Muerta), una criatura como pájaro cuasi-quimérico (en Nue, o Ave Nocturna), el espíritu de un pez (en Kappo), el mítico shishi, o los perros-leones Chinos (en Shakkyô), y una garza (en Sagi).


Sin embargo las piezas de demonios son realmente las más importantes. La velocidad en general es rápida y la acción es violenta. Una tormenta apropiada para la parte final del Noh se crea y estalla sobre el escenario y luego desaparece repentinamente.


En la mayoría de las formas de teatro un final tan excitante sería seguido por lluvias de aplausos del público, la caída del telón en medio de la excitación y el final de la obra, pero en este punto en un Noh Kiri el programa no ha terminado aun.




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