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Derechos Reservados  © Mauricio Martinez R..

TEATRO NOH: PRINCIPIOS Y PERSPECTIVAS

por Kunio KOMPARU ©


Traducido y publicado bajo autorización de

Floating World Editions



Parte Uno: Principios y Perspectivas


4. UNA ESTÉTICA DEL DESEQUILIBRIO


4.1. La Preferencia Tradicional por los Números Impares


4.1.2. Ten-Chi-Jin



El principio del desequilibrio encuentra una expresión directa en el patrón básico de los arreglos de flores (Fig. 4), conocido como ten-chi-jin (cielo-tierra-hombre); también es conocido como shin-soe-tai (sujeto principal-sujeto secundario-objeto) en la escuela Ikenobo. Cielo-tierra-hombre muestra una disposición no axial y no armoniosa de los tres elementos, algo en lo alto, algo abajo y algo en medio. Esta es la base conceptual para una variedad de construcciones, usada no solamente en los arreglos florales sino también en el diseño de las decoraciones de las puertas en el Año Nuevo (tres piezas de bambú), o en la disposición de rocas en grupos de siete, cinco y tres en los jardines clásicos. Cielo-tierra-hombre describe una composición espacial (un triángulo estético) simbolizada por tres elementos separados, siendo esta cantidad el número impar más pequeño necesario para la yuxtaposición; este también expresa una relación espacio-tiempo-hombre.


Como ya se dijo, podemos encontrar muchos ejemplos de esta preferencia por los números impares en la cultura japonesa. En arte y literatura el motivo recurrente es "nieve, luna y florecimiento", una metáfora para las cuatro estaciones. Otro ejemplo son las "tres ramas de la estación más fría", pino, bambú y ciruelo, que representan la vejez, la resistencia y la felicidad con la vitalidad que permite enfrentar el frío de invierno. También existe una expresión, "el caractér shina", que quiere decir disposición balanceada y placentera. El caractér shina, que significa productos, consiste de tres pequeñas cajas o cuadrados.


El teatro Noh se interpreta en un espacio compuesto de tres elemento, el cercano (el escenario), el lejano (el cuarto del espejo) y el del medio (el puente). Esta disposición asimétrica no tiene eje. Por tanto la línea de visión el público no se limita a una sola dirección, como si ocurre en la mayoría de teatros, sino que permite apreciar una composición desequilibrada desde cualquier ángulo.



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