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Derechos Reservados  © Mauricio Martinez R..

TEATRO NOH: PRINCIPIOS Y PERSPECTIVAS

por Kunio KOMPARU ©


Traducido y publicado bajo autorización de

Floating World Editions



Parte Dos: Elementos y Patrones


14. Nohmen: No Máscara sino Rostro


14.1. Alteración y Transformación: Maquillaje, Máscara y Rostro


14.1.1. Maquillaje y Máscara



Hay un viejo proverbio que dice que "los ojos dicen tanto como la boca". Esta es una verbalización concisa del hecho de que los movimientos de los ojos, centrales a las expresiones faciales con las cuales los seres humanos se comunican, rivalizan en poder expresivo con lenguaje hablado más elocuente. Podemos fácilmente demostrar esto cubriendo nuestros ojos y tratando de expresar furia. A menos que agreguemos otros gestos físicos es imposible para un espectador decir si estamos con rabia o llorando. Y por supuesto los ojos son esenciales para tales signos de deseos emocionales netamente humanos como pestañear o mirar de reojo. Para determinar las intenciones de otro, debemos "escuchar" los ojos.


Al discutir sobre máscaras, se hacen frecuentemente comparaciones con el kumadori (Fig. 63), el maquillaje elaborado que se usa en Kabuki. Quizás porque este crea una impresión similar, el kumadori sugiere una máscara pero es muy diferente a una máscara Noh. Además de las diferencias físicas obvias, el kumadori es una expresión cruda que simboliza al personaje quien está dando una fuerte individualidad con trajes elaborados, y el maquillaje hace de la cara un fondo sobre el que actuar con los ojos se resalta aun más. Este podría llamarse máscara con ojos. Se escucha con frecuencia a los actores decir que cuando ellos se maquillan gradualmente otro ser nace. Esta es una forma de describir el proceso mismo de transformarse en otro: el solo acto de maquillarse genera una sugestión y el actor gradualmente se convierte en el personaje que va a representar. El rostro blanco en la pantomima es diferente al maquillaje del Kabuki, por supuesto, pero es también una forma de cambiar al actor a un medio expresivo sin personaje, enfocando así la atención del espectador en los movimientos del cuerpo.


Estas dos técnicas para crear rostros, el maquillaje Kabuki y el rostro blanco de la pantomima, están basadas en principios antitéticos, pero juntos, empleando expresión con los ojos, funcionan muy diferente de una máscara la cual elimina todas las expresiones faciales directas. Tanto el rostro blanco como el kumadori son maquillajes, siendo la palabra japonesa para esto, kesho, que significa adornar para cambiar -convirtiéndolo a uno en alguien mas. La imagen resultante siempre incluye a la persona original y al nuevo ser. La máscara sin embargo, al negar la existencia de los ojos, simboliza una transformación completa. Hay una gran diferencia entre tomar la apariencia de otro mientras se conserva a si mismo, lo que se logra con el maquillaje, y convertirse en un ser completamente diferente a través de la transformación.

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