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Derechos Reservados  © Mauricio Martinez R..

EL ESTILO Y BELLEZA DEL KABUKI

por Toshio KAWATAKE ©



2. El Escenario y el Teatro

2.1. La Naturaleza Fundamental del Teatro.


Primero que todo hablemos del escenario Kabuki y del teatro. Como se mencionará más adelante estos dos comenzaron como una imitación al teatro Noh, y fueron desarrollados y modificados a través de varias etapas de acuerdo con la evolución de la forma y el contenido de las obras, y hacia finales del siglo XVIII finalmente dejaron atrás las influencias del Noh alcanzando así su forma y construcción final.


Las características más importantes del escenario son el hanamichi (lit. camino de las flores o pasarela de las flores) y el escenario giratorio.


El hanamichi está ubicado entre las sillas del público en la parte izquierda del teatro (por supuesto todos los teatros modernos tienen sillas, pero originalmente el público se sentaba sobre un piso de tatami - estera). Esta pasarela se extiende desde la parte trasera del área de sillas hasta el escenario y está hecho de madera. Normalmente se emplea solamente una de estas pasarelas, pero en algunas obras también se usa una un poco más angosta en la parte derecha del teatro. El hanamichi de la izquierda, que es permanente en los teatros de Kabuki, es conocido como hanamichi principal (hon hanamichi) y tiene 1.7 metros de ancho, comparado con el hanamichi temporal (kari hanamichi) de un metro de ancho.


Se dice que la palabra hanamichi proviene del hecho de que originalmente era una pasarela utilizada para dar flores como tributo a los actores. En verdad la palabra hana no se refiere a flores (hana en japonés) sino que era un homónimo para los regalos que los patrones otorgaban a sus actores favoritos. Hasta hace mucho tiempo era costumbre que un representante de entre la gente presente en el teatro se parara en el pasillo de madera que separaba los palcos de tatami, ubicados en medio del público, con el fin de ofrecer un regalo a algún actor. El actor descendía desde el escenario con el fin de aceptar el presente y presentar sus respetos agradeciendo al donante. A este pasillo central se le conocía como "sendero" (ayuminichi) y con el tiempo se empezó a utilizar para la entrada y salida de actores durante una obra. Además, podríamos considerar el desarrollo de los dos hanamichi como espacios importantes en los cuales actuar.


Lo que es más importante es el hecho de que el hanamichi no es simplemente una pasarela para entrar y salir, sino que también es un espacio para la actuación que permite una relación y compenetración más cercana entre actores y público. El actor principal, luego de aparecer al final del hanamichi cuando se corre la cortina, nunca se desplaza rápidamente hacia el escenario principal. Sin excepción, él para en un punto sobre el hanamichi conocido como "siete-tres", tres decimos de la distancia desde el escenario. Allí el actor se pone de frente al público, a veces dice algunas líneas sobre el personaje y ejecuta una de las posturas clásicas mie del Kabuki -las más impactantes para el público. A esto los espectadores gritan el apodo del actor y el sonido de "Naritaya" u "Otowaya" llena el teatro. A veces también aplauden como símbolo de aceptación. En esta forma, gracias a la existencia y uso del hanamichi es posible eliminar la distancia que separa al espectador del escenario y se crea una empatía entre el público y los actores. Esta es la esencia del Kabuki como una forma de teatro popular. Se puede decir que a diferencia del aristocrático Noh y del teatro realista moderno de occidente, la característica esencial del Kabuki en la cual el actor se destaca es simbolizada por el hanamichi. (En años recientes se usa con frecuencia una construcción similar en el movimiento antirealista en el teatro tanto en Japón como en el exterior. Dos ejemplos de esto se ven en The Skin of Our Teeth y Hair de Thornton Wilder).


El hanamichi es un elemento fijo en los teatros de Kabuki en la actualidad. Como se ha sugerido anteriormente, todas las obras de Kabuki están escritas y son puestas en escena sobre la base de la suposición de la existencia y uso del hanamichi; sin el hanamichi no podría existir el Kabuki. Por tanto incluso en ocasiones de representaciones de Kabuki en el exterior es costumbre construir un hanamichi.


Con respecto a las sillas del público, en Japón en la actualidad hay tan solo unos cuantos teatros que aun conservan los palcos de estera tatami a lado y lado de la zona central del público. Exceptuando el Kabuki-za y el Shimbashi Embujô en Tokyo y el Minami-za en Kyoto, prácticamente no existen otros con estas características. Pero incluso en esos teatros la mayoría de aficionados se sienta en sillas como lo harían en cualquier teatro en occidente. Esta es una muestra de los cambios en los estilos de vida en Japón, los cuales se han occidentalizado enormemente. Originalmente los aficionados del Kabuki se sentaban en grupos de cuatro o seis sobre cojines en los pisos de tatami en áreas cuadradas pequeñas conocidas como masu, alrededor de braseros, y durante la función era costumbre relajarse fumando, bebiendo y en general pasándola bien. Además podían ordenar pasteles o almuerzo o incluso carbón para los braseros, y también salir a una tienda a comer o beber algo durante los intermedios. De allí surgió la expresión "disfrutar de kabesu", que se refiere a compartir ka (kashi o pasteles), be (bento o caja de almuerzo) y su (sushi, la famosa combinación de arroz y pescado crudo).


De esta forma el Kabuki se diferencia del teatro actual en general por ser un lugar para establecer una conexión con los actores y un lugar para disfrutar en grupo. El teatro Kabuki era un lugar en donde los citadinos, luego de trabajar en sus empleos o en el comercio y sentir el peso de la opresión de los oficiales y samurai del bakufu, podían, sin sentir perjuicios por sexo, posición social u ocupación, disfrutar libremente. Además de los teatros de Kabuki habían zonas de placer representadas por el distrito Yoshiwara en Edo. Los oficiales del bakufu designaron a los dos como lugares de vicio y ejercieron presión sobre ellos en vista del hecho de ser las fuentes del estilo lujoso de la gente común y al mismo tiempo por ser considerados como centros de espíritu liberal de la época.


Una parte del espacio para el público fue reemplazada por sillas luego de la entrada de la influencia occidental en el período Meiji. En 1923 se hizo la conversión total a teatro de sillas luego del Gran Terremoto en Tokyo.

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