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Derechos Reservados  © Mauricio Martinez R..

EL PODER DE OKINAWA

Las Raíces Musicales de las Islas Ryûkyû

Por John Potter


3. Viajes por las Islas


Alrededor de las islas con Yasukatsu Oshima


Hacia finales del siglo XX muchos músicos de la generación joven estaban siguiendo la iniciativa establecida por la “nueva música isleña” de los años 70 y posterior y la estaban mezclando con otras varias influencias y sonoridades -una historia de la cual hablaremos pronto. Pero Yasukatsu Oshima, un cantante e intérprete de sanshin de las islas sureñas de Yaeyama, era comparativamente raro siendo un joven quien quería seguir el camino de los cantantes de minyo e intérpretes de sanshin viejos y a pesar de haber hecho algunas colaboraciones musicales con una banda de vientos y un encuentro exitoso con músicos irlandeses, él parecía más feliz cuando estaba sentado solo con su sanshin.


Nacido en 1969 en la aldea de Shiraho en la costa este de Ishigaki, la segunda isla más grande y populosa de entre las islas sureñas de Yaeyama, él describe sus primeras experiencias de música y entretenimiento de la siguiente manera: “En Shiraho la gente ama entretenerse -toda la aldea. Mi abuelo amaba cantar y mi abuela amaba la danza. Mis tías eran profesoras de danza. Cuando yo era niño amaba danzar y cuando los adultos se reunían para celebrar cualquier cosa yo era de los que se quedaba hasta el final. No era tanto que yo amara la música, era tan solo la atmósfera de la gente reunida lo que me gustaba. Aunque cuando nos reuníamos de niños, no hablábamos de minyo ni en la casa ni en la escuela. Cuando los niños teníamos algún evento, tocábamos música pero en los días corrientes no hablábamos mucho de minyo. Era tan solo algo que esta alrededor de nosotros todo el tiempo”.


La aldea de Yasukatsu Oshima es muy conocida por haber producido otro cantante e intérprete de sanshin, Yukito Ara, que creció como amigo al lado de Oshima, y además el trío conocido simplemente como Begin es también de la misma isla. “Conozco a Yukito Ara desde hace mucho tiempo porque fuimos juntos al mismo jardín infantil y luego de eso a la misma escuela. También conocí a los miembros de Begin en la escuela secundaria. No pienso que haya ninguna rivalidad entre nosotros. El padre de Yukito Ara era un maestro de minyo y cuando yo tenía diez años fui a sus clases pero luego de un mes dejé de asistir. Aprendí tan solo dos canciones. La mayor influencia la recibí de mi abuelo quien vivía con nosotros. Él era agricultor, pescador y carpintero. Él me fabricó un pequeño sanshin cuando yo era niño y cada noche, al final del día, él siempre tocaba su sanshin y cantaba. Durante las comidas solía contarnos viejas historias acerca de las canciones tradicionales ya que tenía una excelente memoria. Muchas de las historia que me contó mi abuela fueron muy útiles más adelante en mis conciertos cuando hablaba sobre el escenario. Estas me dieron muchas ideas. No se si las cosas han cambiado desde entonces. Sin duda cualquier evento en Shiraho empieza y termina con música. Comparado con la época en que yo eran joven, supongo que ocurre menos. Cuando yo era pequeño los ancianos como mis abuelos solían disfrutar del sonido del sanshin y recuerdo que en Shiraho se escuchaba más el sonido del sanshin que el del televisor. Tal vez en ese sentido, hay menos música que la que solía haber, pero es todavía muy importante y convive al lado de muchos otros tipos de entretenimiento”.


“En los festivales de la aldea todos siguen saliendo a tocar sanshin y a disfrutar de la música, pero en días ordinarios no se ve tanta gente yendo a sentarse a una esquina o a la playa a tocar música. En parte la razón es que los mo-ashibi están prohibidos ahora, pero en épocas anteriores escuché decir que la policía queriendo ser estricta al tratar de parar los mo-ashibi terminaba golpeada por parte de la gente de la aldea. Esto me lo contaba mi abuelo. Él solía decir que sentía lástima por los policías que venían a Shiraho a trabajar, porque si trataban de hacer su trabajo como debían, podían terminar golpeados, aunque fueran los pocos policías quienes en realidad se unían al mo-ashibi. Solo los más diligentes eran atacados”.


Oshima vivió en Ishigaki hasta los 18 años cuando se trasladó a Naha. Sin embargo, en Ishigaki muchos jóvenes hoy en día quieren irse a las grandes ciudades de Yamato (otro nombre para Japón) mientras que Oshima tenía la idea de irse a Tokyo por un par de años y luego retornar a su isla para allí vivir. Al partir a Tokyo cuando tenía 20 años, su plan cambió un poco y terminó quedándose allí por 7 años trasladándose luego a Osaka en la zona de Kansai donde todavía vive. Durante su estadía en Tokyo tocaba música y trabajaba de día y además cantaba acompañado de guitarra y sanshin. Esto lo condujo a producir su primer álbum siento todavía un músico semi-profesional en 1993 y también a trasladarse a Osaka.


Al llegar a ser profesional decidió que sería más conveniente permanecer en una ciudad grande y en Osaka la cultura okinawense es todavía muy activa. Siguiendo aquellos primeros barcos que llevaron a okinawenses desde sus islas para buscar trabajo en la región de Kansai (y la fundación de Marufuku Records) un gran número de gente de las islas Ryûkyû se instaló alli. Incluyendo la segunda y tercera generación de okinawenses, ahora hay 20.000 personas con raíces de Okinawa viviendo principalmente en la zona de Taisho en Osaka. El área es ahora el hogar de tiendas de comestibles, cds, restaurantes, bares e incluso clubes de minyo de estilo okinawense.


Oshima se interesa principalmente por canciones de su tierra natal, las isla de Yaeyama, pero también ha interpretado canciones de otras islas Ryûkyû y al mismo tiempo escribe sus propias canciones. “Casi todas mis canciones son de Yaeyama pero también tengo algunas canciones favoritas de Okinawa y Miyako. En general aprendí solo las minyo de Yaeyama. Así es como aprendí las canciones. Yo regreso a Ishigaki tres o cuatro veces al año - en parte por el negocio de la música pero también por razones personales. Mis padres conocen minyo muy bien, de tal forma que a veces confirmo con ellos si las melodías o los textos de las canciones están correctos o no. Por supuesto en la actualidad hay muchos cassettes y cds de minyo disponibles así que también los escucho y tomo las partes que me parecen buenas y me aprendo las canciones. Luego decido cambiarlas a mi propio estilo y es lo que finalmente resulta cuando canto. La gente con frecuencia me dice que mi forma de cantar no es típica del estilo de Yaeyama. Pienso que probablemente es porque yo ya no vivo allá. Me mantengo moviéndome y aprendiendo las cosas a mi manera, como la forma en que canto minyo”.


“Al igual que hay diferencia en idiomas entre los grupos de islas, también hay diferencias culturales y esto influye en las canciones. En la isla principal de Okinawa existió una cultura imperial y su música y melodías están con frecuencia basadas en eso. Son hermosas y muy sofisticadas pero comparadas con eso, las minyo de Yaeyama básicamente provienen de una cultura agrícola. Podría decir que es más como el olor de la tierra. También, alrededor de Yaeyama las islas no soy muy grandes pero tienen montañas, y por supuesto mar, así que la música es lo que llamamos tairikuteki o continental - en una escala más amplia y global”.


Hacia 1997 Oshima se había convertido en músico profesional y estaba viviendo en Osaka. Su segundo álbum fue una colaboración con la banda de viento japonesa Orchestre Bore. Casi todas las canciones planeadas para el álbum eran de Okinawa, no de Yaeyama: “El tema del álbum fue la migración y este era muy apropiado para mi ya que yo finalmente me había trasladado de Ishigaki a Osaka. Justo antes de la grabación yo les dije que yo no me podía adaptar muy bien a otro tipo de música y les pregunté si eso sería problemático. Al final todo salió lo suficientemente bien ya que interpreté las canciones y toqué el sanshin y ellos tocaron a su estilo. Algunas personas podrían pensar que eso no funcionaría pero pienso que fue mucho mejor así, con una agrupación de jazz y yo cantando en la forma usual”.


El álbum generó muy buenos comentarios por parte de los críticos a quienes les gustó la yuxtaposición singular de las pistas de los vientos jazzísticos y las muy sencillas canciones acompañadas tan solo por sanshin. Pero este en realidad no fue el álbum del verdadero Oshima y aunque su nombre llegó a ser más conocido como resultado de este, no fue sino hasta el lanzamiento de su próximo álbum solista dos años más tarde que se dio el gran salto hacia adelante.


Este nuevo cd titulado Arinutou fue el primero con el gran sello Victor y en el cual el nuevo heredero de la tradición minyo comenzaba a florecer. Al igual que con minyo, Oshima se estaba desarrollando como escritor de canciones. El álbum contenía cinco piezas originales y la segunda pista, “Akayura”, era una fina canción que podía estar a la par con algunas de las mejores del antiguo repertorio de canciones de Yaeyama. Tan solo tres músicos tocaban con él en las grabaciones entre los que estaba Yukito Ara, quien ya se estaba dando a conocer por sus grabaciones con la agrupación Parsha Club. Los arreglos sencillos que incluyen sanshin, violín, mandolín y taiko hacen de este un buen álbum. Al momento de su lanzamiento dijo: “Este es mi segundo álbum original. La diferencia entre el primero y este es que yo tocaba sanshin y guitarra y cosas muy diversas. En los últimos tres años he cantado bastante minyo de Yaeyama yo solo con mi sanshin y me he dado cuenta que eso es todo lo que uno necesita - incluso se pueden cantar sin ningún acompañamiento. También he estado escribiendo mis propias canciones al estilo de minyo de Yaeyama. Así que este álbum tiene algunas de mis propias canciones al igual que algunas tradicionales. Esto muestra muy bien lo que he estado haciendo y lo que quiero hacer”.


Las canciones que Oshima escribe se hacen cada vez más difíciles de separar de las canciones tradicionales. A veces suenan casi lo mismo y parece como si como escritor de canciones se ha ido desarrollando en un tipo de versión okinawense de Kate Rusby, quien ha escrito canciones con éxito con tal sentimiento por las viejas canciones folclóricas inglesas que ama, que es casi imposible distinguirlas de estas.


“Akayura”, de su álbum Arinutou, es un ejemplo típico de esta fusión. La canción está completamente escrita en el idioma okinawense y su título se refiere a las flores rojas nativas deigo, que se encuentran a todo lo largo y ancho de las islas Ryûkyû. La letra conjura una escena de épocas antiguas de Yaeyama. La ola viene y el verano toma su curso. Hay imágenes del mar y las montañas, y de las cosechas que empiezan a dar frutos en las islas:


“La ola llega, retornando a casa,

mirando el mar y las montañas a su alrededor,

flores de primavera, flores de primavera, floreciendo continuamente”.


La canción finalizado expresando el deseo por la felicidad en la vida de la gente:


“Cuando soplan las brisas del comienzo del verano,

los chorlitos juegan y danzan en la playa,

para mi isla, para mi isla, anhelo la buena fortuna”.


“Cuando escribo canciones, a veces estoy intencionalmente pensando en una vieja melodía de Yaeyama y esto me da ideas, o a veces no pienso en nada. A veces uso la guitarra para escribir canciones porque creo que es difícil escribir una canción minyo con el sanshin. Podría escuchar alguna canción minyo antigua para obtener ideas antes de escribir una canción. Hay tantas minyo antiguas en Yaeyama. Si, me inspiro a través de ellas y también obtengo ideas. No solo por las melodías, sino que también por los textos y la estructura. Debido a que tan solo he estado cantando minyo en lo últimos años, veo que las canciones que escribo tienen una esencia minyo. En el primer álbum se puede ver claramente que algunas canciones son minyo y otras no. Pero en Arinutou no se puede ver la diferencia entre mis canciones y las viejas canciones tradicionales”.


A pesar del despertar del interés en escribir canciones, el siguiente álbum para el sello Victor que fue lanzado hacia finales del año 2000 contenía tan solo canciones de Yaeyama. Bajo el título Bagashima nu Uta - Songs of my Islands hay trece canciones tradicionales y no hay otros músicos - tan solo la voz de Oshima y su sanshin. Oshima dijo en esa época: “Hice este álbum yo solo y el 90% de mis presentaciones también las hago solo. Esta vez estoy realmente preocupado por el nuevo álbum y he trabajo duro en él. Este es el primero del tipo de álbumes que haré en el futuro. Bagashima nu Uta contiene muchas canciones viejas de Yaeyama y quiero continuar con esto para que se convierta como en una especie de serie. Así que es el primero en una serie de álbumes en la cual tocaré solo. Este álbum es todo de canciones minyo viejas, pero en el próximo pienso poner todas las canciones originales que he escrito. Es difícil tocar el sanshin si alguien más porque no hay forma de hacer trampa o engañar a nadie. Si estás con una agrupación puedes siempre usarla para ocultar tus errores, pero no lo puedes hacer cuando estás solo con tu sanshin”.


Oshima es un gran admirador de Rinshô Kadekaru, quien con mucha frecuencia toca solo, y estas grabaciones son casi emulaciones de ese tipo de trabajo. Pero Oshima estuvo también involucrado en un proyecto que hizo que viajara más lejos de casa de lo que lo había hecho antes, y fue hasta Irlanda a conocer a Maire Brennan, la hermana de Enya que también es muy famosa, y para probar la cerveza Guinness en los pubs de Dublin y Donegal.


Yasukatsu Oshima fue a Irlanda en el año 2000 debido a la política. La Cumbre del G8 estaba planeado para ese verano en Okinawa en el que algunos de los líderes mundiales iban a tener una comida especial en el castillo Shuri. Se había decidido que entre los regalos que les iban a dar los anfitriones, estaba un CD-ROM en el cual estarían incluidos videos de músicos tradicionales okinawenses en un concierto especial en el que tocarían junto con Maire Brennan y otros músicos folclóricos irlandeses. Oshima continúa el relato:


“Querían mostrar el video a aquellos líderes en el parque de Shuri y en otro parque en Nago y entregárselo como un CD-ROM y nosotros nos involucramos en el video. La compañía que tenía a cargo la elaboración del CD-ROM sugirió varias cosas. En Shuri emplearon gráficas por computador para mostrar cómo se había reconstruido el castillo. En Nago pensaron en hacer el concierto para luego pasarlo a CD-ROM. El concierto que querían tener era de colaboración entre músicos okinawenses e irlandeses porque sentían que había algo en común entre las dos culturas y sus músicas, así que decidieron pedirle a Maire Brennan que tomara parte. Representantes de la compañía fueron a Irlanda a verla y llevaron consigo una buena cantidad de cds okinawenses”.


De entre los que escuchó Maire Brennan escogió a Seijin Noborikawa y Yasukatsu Oshima como los músicos más interesantes con los que le gustaría tocar. El productor del proyecto pensó que sería una buena idea que ellos tocaran juntos antes del concierto en Okinawa para que se conocieran, así que Oshima pronto fue a Irlanda con el fin de practicar tocando con ella y otros músicos irlandeses, incluyendo a la cantante Aoife Ní Fhearraigh, quienes ya habían lanzado álbumes en Japón con el sello Victor, el mismo de Oshima. La idea principal era que Oshima junto con Aoife Ní Fhearraigh cantaran algunas canciones de Yaeyama, así que luego de una visita a Dublin para encontrarse y conversar con Maire Brennan, el equipo se trasladó a Donegal donde el pequeño séquito de Oshima estuvo con Aoife Ní Fhearraigh por dos días. Todo el encuentro tuvo mucho éxito y luego de una visita a un pub para escuchar una sesión de música local, los dos cantantes entonaron a dúo dos canciones de Yaeyama, “Tsuki nu Kaisha” y “Asadoya Yunta”. Quizás de admirar fue el hecho de que tuvieron relativamente pocos problemas para fusionarse en lo que fue sin duda una muy particular interpretación de minyo de Yaeyama en Donegal. Los pubs son lo que quizás quedaron mejor grabados en la mente de Oshima:


“Mi más grande impresión de Irlanda fueron los pubs. Fuimos a un pub en la primera noche en Dublin pero allí no había mucha música. Cuando nos trasladamos a Donegal, Aoife Ní Fhearraigh nos llevó a pasear en coche y quedamos muy impresionados por la belleza y la amplitud de los espacios verdes. Esa noche fuimos a un pub que es de propiedad del padre de Maire Brennan. Era como un club de minyo en Okinawa. Había un escenario y un acordeón estaba listo, así que el padre de Maire no tenía que estar cargándolo considerando que ya casi era un anciano. Había también una especie de caja de ritmos o un sintetizador. Él presionó una tecla y empezó a sonar un ritmo. Esto nos recordó a Rinsuke Teruya quien toca con una máquina similar en Okinawa! Aquella noche también estaba allí un grupo de personas de Holanda. Entonaron canciones holandesas y me pidieron que también cantara, así que interpreté “Tubarama” sin acompañamiento. No había muchos clientes aquella noche y el padre de Maire Brennan tocó por más de una hora”.


Al siguiente día Oshima visitó otro pub. Esta vez fue uno donde había muchos músicos locales aficionados tocando música toda la noche. Además de los locales había otros que vinieron desde muy lejos con el propósito de tocar su música y tocaban por turnos y así tocaron durante varias horas. Oshima dijo: “Estaba muy impresionado. Encontré una gran similitud entre Irlanda y Okinawa en el hecho de que hay muchos músicos en los dos territorios. Pero lo que es un poco diferente es en que al parecer los irlandeses tienen una cultura muy fuerte para interpretar melodías pero no hay tantas canciones como en Okinawa. En Okinawa las canciones y el cantar están siempre de primero. Pienso que esta es una gran diferencia. En Okinawa tenemos una cultura en la que se disfruta cantar, pero en Irlanda ellos tienen una cultura más grande en la interpretación de instrumentos y también en escuchar la música. Preferí Donegal, quizás porque vengo de una pequeña aldea y Donegal es más de ese estilo. Me impresionó mucho que no era tan solo una persona la que cantaba en los pubs. La gente se reúne muy tranquilamente, se turnan para cantar y tocar, y todos se entremezclan muy bien. Los que no son tan buenos como cantantes o como músicos son los que entonan más fuerte y quieren hacer todo, mientras que los mejores músicos son más modestos y cooperativos. Pienso que se podría decir que es igual en todas partes, en todas las culturas. Me di cuenta que los músicos muy buenos le permiten a los demás hacer cosas y son muy relajados. Había una chica joven música que nos sorprendió mucho. También había un hombre de mediana edad que tocaba un poco de música y que luego estuvo bebiendo Guinness por el resto de la noche”.   


“Los músicos en Irlanda al parecer entendíeron inmediatamente la escala musical okinawense. Especialmente cuando toqué “Tanchame” que es una de las canciones okinawenses más típicas, estaban tarareando y cantándola para ellos en corto tiempo. Fue fácil para ellos entender. No pienso que haya una similitud en la música o la escala, pero el ambiente y la atmósfera son muy similares entre Okinawa e Irlanda. Noté que muchas de las viejas canciones gaélicas son equivalentes a las viejas canciones jiraba de Yaeyama. Además existen algunas similitudes en la situación política en los dos lugares. La madre de Aoife dijo que en el pasado no había candados en las puertas y que cualquiera podía entrar. No había televisión y la gente cantaba y tocaba junta, contando y escuchando viejas historias. No solo en los hogares sino también en las esquinas de las calles. Esto es muy similar a Shiraho, donde crecí y la gente también es similar. Pienso que si tal vez vas a alguna aldea tradicional en el campo es posiblemente muy parecido. Además, cuando íbamos en el carro en Donegal y la radio estaba prendida, todas las canciones eran en gaélico en la estación que estaba sintonizada. Se interpretaban canciones antiguas sin acompañamiento y era muy bueno ya que prefiero esas canciones viejas. Entiendo que es muy bueno cuando interpretan y danzan música muy alegre, pero personalmente prefiero las canciones viejas. En Irlanda funcionan con el “tiempo irlandes” -lo mismo que el “tiempo okinawense”! Son muy relajados con el tiempo, no les importa. Completamente diferente a Japón, pero muy similar a Okinawa. La pasé muy bien debido a eso, especialmente con Maire Brennan”.


Después de esa semana en Irlanda algunos de los músicos regresaron juntos a Okinawa para la grabación del concierto para el CD-ROM que sin duda como resultado fue mucho más fluído. “El concierto en Okinawa resultó muy bien. Nunca sentí tensión al respecto. Posiblemente los músicos irlandeses se sintieron más preocupados, si realmente ocurrió. Tal vez eran tan buenos y por eso no hubo ningún problema. No les importó si yo entendía inglés o no, simplemente se ponían a hablarme. Pude entender algunas de las cosas que dijeron que iban a hacer con la música. Vi que los músicos que conocí en Irlanda y que también tocaron en Okinawa eran muy naturales y no molestaban. Fue tan fácil tocar con músicos irlandeses comparado con la vez que toqué con músicos japoneses en un gran evento. Eso es mucho más difícil. Y cuando escuchamos la entrevista a Aoife cuando estaba sentada junto a nosotros, sus respuestas e ideas sobre la música y el canto eran muy similares a las mías. Cuando cantó una vieja melodía gaélica ella le prestaba atención tan solo del texto. Y cuando quiere aprender una canción ella piensa que no es tan importante cómo cantarla o hacer las frases, o la técnica. Generalmente busca un cantante que admira para escuchar sus historias y luego las interpreta a su manera. Por supuesto no puedo decir que tengo las mismas ideas que los músicos irlandeses, posiblemente somos solo yo y ella”.


Se espera que aquellos líderes mundiales conserven los CD-ROM de regalo y encuentren el tiempo para prestarle algo de atención a la música que contiene. La canción “Okinawan” especialmente escrita, interpretada en vivo frente a ellos durante la cumbre y transmitida en vivo por televisión a todo Japón, fue una proposición muy diferente de principio a fin y hablaremos de ello en el próximo capítulo.


En 2001 el íntimo mensaje musical de Oshima de todas las islas comenzó a obtener mayor reconocimiento en otras partes del mundo ya que fue invitado a Europa en dos oportunidades y dio conciertos en Inglaterra, Bélgica e Irlanda. Luego visitó Brasil y también tocó en cinco ciudades en 2006 en USA. Su quinto álbum fue titulado Shimajikan - Island Time. A diferencia de álbumes anteriores dominados por minyo, ocho de las diez pistas en esta colección fueron compuestas por él mismo, pero las nuevas canciones están profundamente basadas en las viejas formas y cubren temas conectados con las islas - por ejemplo la canción que abre, “Karataki”, es sobre la montaña en Ishigaki que estaba en peligro por los planes de construir allí un aeropuerto:


“Bajo el río hay un camino, donde los ancestros iban y venían,

Está cambiando a medida que se aleja el agua, una triste escena

Bajo el río, siempre y para siempre, el agua fluye”.


“En Karataki, siempre y para siempre, las lilas florecen,

En Karataki, siempre y para siempre, las plantas se mecen.


La adición de quitarra, piano y violín hizo de este álbum el más accesible que ha hecho hasta ahora.


Shimajikan - Island Time también incluye la canción “Ryusei” (Estrella Fugaz), otro tema original de Oshima, la cual fue dedicada a Rinshô Kadekaru. La canción se ha convertido en una de las composiciones más populares de Oshima y frecuentemente la incluye en sus presentaciones en vivo. El texto incluye estas líneas:


“Con el paso del tiempo, esta Okinawa, una gran estrella se aleja

De nuevo el cielo está húmedo con las lágrimas, desapareciendo en la oscuridad”.


“Con el paso del tiempo, esta Okinawa, aquí y allá al final del viaje

resulta amable, sin final, se ha convertido en la voz de las canciones”.


“Ah, sanshin, ah, isla, cambiando junto con la arena

La sombra de una estrella se aleja, volviendo a nacer”.


En 2005 se dio el lanzamiento de Shimameguri - Island Journey. Este álbum es sin duda un verdadero viaje musical por las islas Ryûkyû con canciones tradicionales de toda la cadena de islas. El homenaje a las islas es sin duda muy equilibrado con cuatro canciones de Okinawa y tres de Yaeyama al igual que de Miyako. También presenta  una versión de “Agarizachi” de Shoukichi Kina, y hay nuevas grabaciones de “Akayura”, la canción original de Oshima, y de “Irayoi Tsukiyahama”, la cual compuso junto con Eisho Higa de la agrupación Begin.


La lista de músicos invitados podría hacerles pensar que este es un gran trabajo de producción, o peor aún, un álbum de aquellos caciques donde se toca con cualquiera con casi todos o con cualquiera con quien ya se ha hecho algo. Este no es el caso, ya que los invitados de Oshima suelen encontrarse muy esporádicamente y en algunos casos incluso posiblemente no lo suficiente. En gran medida este no es muy diferente a los anteriores álbumes de Oshima, con su inimitable voz e interpretación del sanshin muy en primer plano. El colaborador de vieja data Satoshi “Sunday” Nakasone interpreta los tambores y la percusión de las islas mientras que la joven música y coterránea de Ishigaki, Kanako Hatoma, se une a Oshima para cantar y tocar el sanshin en varias de las pistas. Las conexiones de Oshima con Irlanda continúan en cuanto a que la violinista Mairead Ni Mhaonaigh y el acordeonista Dermot Byrne, juntos integrantes de la agrupación Altan de Donegal, se unen a él para la canción final del cd, “Irayoi Tsukiyahama”. Pero la mejor parte del álbum podría bien ser la pista inicial donde la voz y el sanshin de Oshima y el piano de Ayako Kinjo, del dúo Kiroro, forman una mezcla fascinante en la canción tradicional okinawense “Kaisare”. Esta, una de las canciones de la isla principal más frecuentemente interpretadas, se presenta usualmente como una improvisación rápida pero Oshima, al igual que su héroe Kadekaru, la graba aquí en una versión más lenta. Parte del texto dice:


“Entono una canción sobre el viento norte, pero el egoísta viento la alejó y me pregunto si aquella hermosa chica puede escucharla”.  


“Ella sale cuando escucha mi voz cantando, pero no la he visto todavía, me pregunto si hoy no hay esperanza”.


“No todas las ramas tienen una flor que se abre, eso depende de la bondad de las ramas”.


“Si ella no viene podría culpar a la lluvia, pero cómo puede esta luna brillante y deslumbrante ser la razón?”


“Cómo puedo explicar la miseria de partir? Entonaré una canción para dejar estos sentimiento atrás”.


Si “Kaisare” es una de las canciones más conocidas de Okinawa, entonces “Togani” es sin duda la canción más representativa de las islas Miyako. Irabu es una pequeña isla a tan solo cuatro kilómetros al occidente de Miyako, y la versión de Oshima de “Irabu Togani” contiene el siguiente texto:


“El mar divide las islas de Miyako e Irabu. Si hubiera arrecifes yo podría caminar sobre ellos y descansar, y después podría encontrarme con mi amor”.


“En la calma de la noche, mi amor, abriendo la puerta de madera produce un ruido, luego extiende un tapete de paja que no hace ruido y espera por mi”.


Oshima continúa explorando canciones de todas las isla Ryûkyû. Cuando lo vi en concierto en 2009, primero se dedicó enteramente a canciones tradicionales de Yaeyama. Luego siguió con una segunda parte compuesta de canciones de Miyako y Okinawa, al igual que sus composiciones originales. Cada canción en este viaje alrededor de las islas estaba precedida por explicaciones y anécdotas por parte de Oshima relacionadas con el significado, origen y descubrimiento de las canciones. Podría haber peligro en adentrarse en el territorio de los especialistas o folcloristas al darle una charla al público, pero el humor sutil de Oshima y su entusiasmo por las canciones de sus islas lo mantienen seguro en lado del entretenimeinto.


Las canciones de las islas Ryûkyû fueron llevadas mucho más lejos en 2007 con el siguiente proyecto de grabaciones de Oshima, una colaboración con el pianista norteamericano Geoffrey Keezer. Luego de un primer encuentro en Japón, con la insistencia del pianista quien ya se había convertido en un fan de la música de Okinawa, los dos hicieron planes para un álbum que fue finalmente grabado en Nueva York y lanzado con el título de Yasukatsu Oshima with Geoffrey Keezer. Este contenía canciones tradicionales de Yaeyama y Okinawa al igual que dos composiciones originales, una de ellas una nueva grabación de “Ryusei” - la pista con la que comienza el álbum. Este inusual dúo del sanshin y la voz de Oshima con el piano de Keezer y una pequeña agrupación de músicos de jazz ha sido ampliamente comentada como un gran éxito y la forma en que se unieron será considerada de nuevo en un capítulo posterior.


Yasukatsu Oshima es un nuevo sucesor de la música tradicional de Okinawa, un recolector de canciones e intérprete, y también un escritor de las nuevas canciones isleñas en la tradición okinawense. Ahora con un poco más de 40 años, su viaje por las islas probablemente tendrá más paradas por el camino a medida que  pule sus ya formidables destrezas.

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