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Danza Clásica Después de la invasión de Satsuma y bajo su dominio, en el reino de Ryûkyû se llevaron a cabo grandes cambios. Entre ellos, la misión encomendada a los del linaje de samuráis de ir a Edo (Tokyo) y a Satsuma. En Nubui Kuduchi, que relata el viaje a Satsuma, comienza con los personajes dirigiéndose al templo Kannondo de Shuri para orar por una navegación segura y sin dificultades. Se describen los paisajes del camino, las despedidas en el puerto, la navegación por el mar y el desarrollo del viaje hasta la entrada en el puerto de Yamakawa de Satsuma donde se contempla la alta montaña Kaimondake. Esta es una danza típica de las celebraciones y es representativa del nisai odori, la cual se baila en forma vigorosa de comienzo a fin, llevando un abanico en cada mano. Las danzas de muchachos han recibido gran influencia de las artes escénicas japonesas, lo que se puede observar en los temas de los bailes y en las indumentarias. Esto, más la incorporación de elementos del karate okinawense, pone de manifiesto el espíritu juvenil de las danzas de muchachos. Kuduchi, que fue introducido en el siglo XVIII, es un estilo de música en el que las letras de las canciones tienen 7 y 5 sílabas, distinto de las canciones ryûka de las danzas clásicas que tienen 8 y 6 sílabas. En aquella época, kuduchi, muy popular en Japón, al ser introducida a las artes escénicas de Ryûkyû, llevó a difundir un estilo nuevo de interpretación. Originalmente después de la canción se agregaban aclamaciones y de esta manera era bailada con mucho más energía. Recientemente, en algunas ocasiones se presenta como Nubui Kuduchi Hayashi y este nombre ahora se usa con más frecuencia. Por su contenido, -“el ir y venir a Satsuma”-, no se interpretaba frente a los embajadores chinos sino que se hacía exclusivamente para agasajar a los señores feudales de Satsuma. |
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